Los Sabales son quizás un género de palmeras cuyas especies son más difíciles de diferenciar y su hibridación no es rara. Sin embargo son muy interesantes además de por su indudable belleza, por su rusticidad, su adaptación a todo tipo de suelos, su tolerancia al frío, la sequía y los vientos.
De tronco robusto y de hojas costapalmadas, los Sabales prefieren posiciones soleadas y son de crecimiento lento.
El Sabal bermudana, casi desaparecido en su lugar de origen es, sin embargo, uno de los Sabales más empleados desde hace tiempo en los jardines del Suroeste de Europa.